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lunes, 21 de febrero de 2011

El poder de las palabras, la pérdida de su credibilidad y las fallas de comunicación.

El odio, como tantas otras palabras y según mi humilde opinion, es una palabra incomprendida. Ya que las personas utilizan el odio incluso para las cosas mas vanas, “odio tal o cual comida”, “odio mi trabajo”, “odio el clima de este lugar”, etc. La mala utilización de las palabras genera la pérdida de poder de las mismas!! De esta forma ¿que peso o validez tiene la frase “te odio”, dirigida a una persona, si la utilizamos para todas las cosas que nos disgustan, aunque solo sea por un dia?
Más allá de todo esto, hay algo que es realmente TRISTE!!! Hoy en día, las personas en general duplicaron o incluso triplicaron la utilización de palabras cuya connotación es negativa. Es claro que muchas cosas podrían estar mejor de lo que actualmente están, tanto a nivel global como personal, ¿pero acaso pensando, actuando y hablando de manera negativa las cosas pueden mejorar? Personalmente no creo que sea así, y sostengo, así como lo haré siempre, que una sonrisa, una palabra amable, un “permiso”, un “perdón”, un si, un “por favor”, un “te quiero”, y tantas otras cosas, son el mejor camino para resolver incontables situaciones y para transmitir, de forma exponencial, una mejor actitud y un mejor trato en todos los entornos de la vida.
Creo que hay otro factor de suma importancia que, irremediable e irremisiblemente, acompaña al buen o mal uso de las palabras en el transcurso del proceso comunicativo que es la vida. Este factor es el tiempo, palabra que casualmente en la actualidad, es relacionada más al aspecto negativo que al positivo, ya que se usa en frases como “el tiempo es tirano” “en esta relación nos tenemos que tomar un tiempo” “no tengo tiempo” “antes tenía tiempo” “ganas me sobran, ojalá tuviese el tiempo”, y así en muchas situaciones y en todos los tiempos verbales. Pero el tiempo lo es todo, y por consiguiente si este es negativo, todo es negativo. ¿Es que los años ya nos tienen 365/366 días, compuestos cada uno por 24 horas? Si es así, por favor que alguien me avise porque vivo en un engaño!!
Es uno quien decide lo que hace con su tiempo, o mejor dicho, con el tiempo en su vida, porque no es algo de lo que las personas nos podamos apropiar.
Tomarse el tiempo necesario para hacer las cosas, es lo que nos permite disfrutar de ellas y valorarlas, y es así como despues de esta, para mi, inevitable introducción, llego al momento de decir, que al hablar, también debemos tomarnos el tiempo necesario para ello, sea este breve o extenso. El tiempo para pensar lo que decimos y como lo decimos, porque derrochando palabras, como si estas en la boca quemasen, corremos el riesgo de alterar el orden de las mismas, de omitir varias de ellas, de soltarlas sin haber podido medir su efecto, de abrumar a nuestro interlocutor, y de una enorme diversidad de efectos, que convergen en una sola consecuencia: “Una falla en la comunicación”. Con esta falla podemos haber herido a alguien sin incluso haberlo deseado, o simplemente se malinterpretó el mensaje, y los malos entendidos pueden concluir en muchas cosas, dede un simple disgusto hasta una guerra…

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