El rey siempre está en su trono;
En sus ojos brilla real sabiduría;
Los héroes le rinden pleitesía;
Y el pueblo grita su nombre a coro.
Un joven encerrado bajo el castillo;
Es un castigo por su amor prohibido;
En tormento su cuerpo le es partido;
Y su mujer cautiva en el otro piso;
El guardia de pie siempre vigilando;
Nunca se le ve, permanece ignorado;
Proteger a su amo para siempre ha jurado;
Pues servir es el ppremio del soldado;
La princesa se ha encerrado;
De su habitación nunca ha salido;
Con quien no ama la han desposado;
Y ella llora por un amor perdido.
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